Tras una semana en la que no hubo fútbol (se jugó el partido semanal el pasado Jueves, pero la ausencia de Xaquín, estaba en Londres, también faltó Emilio pero eso no es significativo, provocó la absoluta carencia de fútbol en el mismo, sí, hubo patadas, goles, e incluso un balón pero no era fútbol)
Los equipos del retorno del fútbol eran: Emilio, Miguel, Nacho, Alessandro, Wences y Alfredo (Equipo A) contra Armando, Félix, Carlos, Santi, Xaquín y César (Equipo B)
Ante las ausencias de Pantxo y de Eugenio se unieron las presencias del comunitario Alessandro y del inefable Nacho. Gracias a estas ausencias pudimos disfrutar de una ducha tranquila en la que los tímpanos no nos rechinaban por los cánticos (¿?¿?, más bien berridos espeluznantes ...) de Eugenio y el agua caliente llegó a todos hasta el último momento ya que el pírrico físico de Pantxo no absorvió todo el calor de la misma
El partido estuvo marcado por el dominio del equipo B (evidentemente la manija del equipo la llevaba Xaquín con su habitual maestría), dejando que se confiara para en la última media hora darle la vuelta al partido de una manera brillante y sencilla, un gol de Xaquín, un pase de la muerte del mismo, un corte providencial, otra asistencia mágica, un golazo desde fuera del área, otro desde dentro del área, Dios mío qué no sabe hacer este chico!!!!!!!!!!!!!Es increíble su dominio del balón y el control que tiene de todas la facetas del juego, sus compañeros de la pachanga quedan extasiados mirando su gracilidad de movimientos y su facilidad a la hora de dejar solos a sus compañeros
Otros datos a resaltar del partido fueron la constatación de que el cuerpo de Santi no es todo grasa, como jactanciosamente comenta Armando "de Santi se aprovecha todo", ya que en un fuerte pelotazo le hizo temblar de dolor al impactar en una zona en la que no había grasa para amortiguarlo
Félix y Carlos como familiares que son se dedicaron a quejarse de lesiones inexistentes producto de su clara inferioriad frente al omnipoderoso Xaquín, "el viento me rozó en la tibia y ahora me duele" comentaba Félix, "me he caído porque esa bacteria maligna me ha metido la zancadilla" se oyó decir a Carlos en el transcurso del encuentro. Sin comentarios ....
Emilio sigue con sus problemas estomacales, un día más vomitó, el lo achaca a su ficticia vida amorosa, aunque todos sabemos que es provocado por su ya famoso (y ridículo) regate de la peonza, cada vez que hace uno tarda unos 20 minutos en recuperar el sentido de la orientación, creemos que en dos años lo recuperará